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Rueda de prensa de Idoia Mendia para hacer balance del curso político 2018-2019

Rueda de Prensa de la Secretaria General del PSE-EE, Idoia Mendia, tras las primarias a Lehendakari y balance de curso político

Buenos días. Como es nuestra costumbre, los Socialistas queremos hacer un balance de lo que ha sido este curso político que ahora termina y que ha sido muy emocionante y muy positivo para una inmensa mayoría de la sociedad. Este balance llega cuando tengo, el honor y la responsabilidad de ponerme de nuevo al frente de un proyecto con el que el Partido Socialista espera recibir la confianza para  tomar las riendas de este país  después de las elecciones autonómicas.

La militancia de este partido ha venido avalando la estrategia que adoptamos hace cinco años, cuando me confiaron por primera vez la Secretaría General del Partido Socialista de Euskadi. La nuestra ha sido una apuesta por devolver a nuestro Partido a la centralidad de las decisiones, y por buscar la utilidad de cada uno de nuestros pasos.

Nuestro objetivo ha sido que la agenda institucional y la agenda de la ciudadanía coincidan en los temas de preocupación y que todos los Gobiernos descartaran cualquier decisión que pusiera en cuestión a las personas por sus sentimientos o su manera de entender la identidad.

Hemos conseguido asentar esta apuesta por el acuerdo y la estabilidad en la política vasca. Una apuesta que ha sido avalada en las urnas, y también por nuestra militancia, antes por nuestro Comité Nacional, ahora por la militancia de forma directa, como en la última consulta.

Presenté mi candidatura hace unos días diciendo que me sentía con más fuerza que nunca por el nuevo impulso que ha tomado el Socialismo Vasco, pero hoy, como candidata a Lehendakari, todavía me siento más reforzada por la confianza que me trasladan las compañeras y los compañeros.

Agradezco mucho su trabajo, su esfuerzo, y su constancia. Me siento muy contenta por poder compartir este camino con tanta seguridad y convicción. Para nuestro partido era importante resolver esta cuestión cuanto antes. Cuando otros han alentado la idea de un adelanto electoral, nosotros hemos dicho que estábamos preparados, porque nuestra maquinaria está perfectamente engrasada, y sólo requeriría acelerar plazos.

Ahora vamos a contar con más tiempo para nuestro siguiente reto: definir las líneas de nuestra próxima propuesta electoral, debatirlas entre nosotros y contrastarlas con los agentes sociales.

La política del Partido Socialista de Euskadi va a pasar siempre por los acuerdos, pero ya estamos preparando nuestra alternativa para cuando llegue el momento de acudir a las urnas.

El Partido Socialista aspira a liderar Euskadi y esa ambición, la misma que ya nos llevó a la lehendakaritza, va a estar desde ya más presente que nunca.

Cuando llegue el momento, esperamos que ésta sea la oferta de progreso y convivencia que consiga un mayor respaldo en las urnas. Y a eso nos vamos a dedicar sin perder tiempo tal y como avancé en el último Comité Nacional.

Así que una primera mirada a este curso que acaba es el de la consolidación del socialismo, que ha recuperado la confianza que habíamos perdido.

Este intenso año electoral ha permitido que la ciudadanía se haya expresado en cinco urnas diferentes, y hasta 253.000 personas han llegado a elegir la papeleta socialista. Es una confianza recuperada fundamentalmente porque ha habido un trabajo intenso desde cada agrupación y desde cada institución en la que hemos tenido responsabilidad.


Con este apoyo, con la suma de fuerzas desde Euskadi, también hemos recuperado el liderazgo político en España. Sigue abierta la fórmula para la solución definitiva para el Gobierno, pero el liderazgo es claro, nítido y contundente, aunque algunos no quieran verlo.

No hay duda de que no hay alternativa a una Presidencia de Pedro Sánchez.

No hay duda de que ese futuro Gobierno debe profundizar en la recuperación de derechos sociales, en la transformación que necesita el país y en el diálogo entre partidos y entre instituciones y territorios, para resolver las diferencias políticas y garantizar la convivencia en un proyecto compartido y plural.

Esto es lo nuclear en el proceso en el que estamos, y desde Euskadi lo que esperamos es que nadie olvide que en las elecciones generales nos jugábamos un salto atrás de cuatro décadas, que no era una exageración, que era una posibilidad cierta.

Hemos comprobado que allí donde han podido los de Colón han sumado para desestabilizar las bases del Estado de Bienestar y del sistema de libertades.

Todos los que pidieron el voto para evitarlo deben ser conscientes de que estamos ante la oportunidad de poner las bases para dar un salto adelante que garantice el progreso y la convivencia para al menos otros cuarenta años.

Y los 18 diputados que representan a la ciudadanía vasca en el Congreso lo son porque aseguraron que no querían que el trío de Colón tuviera opción de sumar.

Ahora toca que ese compromiso se traduzca en realidad, sabiendo que el eje sobre el que pivota cualquier alternativa de progreso en España, cualquier opción de un Gobierno comprometido con el diálogo y con nuestro autogobierno.  Es el partido socialista.

Eso lo tienen muy claro quienes quieren apoyarse expresamente en Vox: cualquier cosa, cualquier escenario, antes de que Pedro Sánchez sea Presidente.

Lo que no quieren ni por asomo es que haya un Gobierno socialista que demuestre que, entre sus muchas mentiras, estaba la de la resignación a una sociedad con menos derechos y libertades.

Hablan mucho de patria, esgrimen con aspavientos el miedo a los nacionalismos periféricos. Pero es falso. Lo estamos viendo en Navarra: allí donde ha gobernado el nacionalismo cuatro años, coincidiendo en el tiempo con un Gobierno del PP en España, y nada parecía asustarles.

Porque lo que les aterra y solivianta de verdad es que gobierne María Chivite y que el socialismo demuestre de nuevo, su capacidad de coser una tierra plural, y hacerlo con políticas progresistas.

Esto es lo que todos los partidos deben tener en cuenta en estos momentos. Lo que no toca es manejar la calculadora electoral.

No se puede tener a toda una sociedad pendiente de las estrategias partidistas de quienes no han tenido el resultado que esperaban.

El Partido Socialista está de nuevo preparado para liderar un escenario complejo, que permita integrar las aportaciones de unos y otros.

Lo hemos sabido hacer en el pasado y no tenemos miedo a hacerlo nuevamente ahora. Somos los que sabemos gestionar la pluralidad, sabemos gobernar para todos, con mirada abierta.


Y los Socialistas Vascos estamos en esa apuesta de manera clara y decidida.

La decisión socialista de atreverse a gobernar nuestras instituciones, ha sido la garantía de la estabilidad que, como he dicho en alguna ocasión, tiene un valor intangible.

No es una palabra hueca ni un recurso retórico al que abrazarse. La estabilidad es una inversión de país, una garantía de que se pueden trasladar certezas y soluciones a los ciudadanos, de que se puede ir avanzando en políticas que propicien el progreso económico y la cohesión social.

Esa es la inversión y la garantía que hemos venido haciendo, y no se entiende sin el compromiso socialista. La que nos ha ofrecido el respaldo suficiente para pasar de tener ocho a 11 alcaldes y alcaldesas, para reforzar nuestra posición de alternativa en otras localidades, y para volver a ser determinantes en los Ayuntamientos que gestionan el día a día de la gran mayoría de la población de Euskadi.

Están en marcha los Ayuntamientos, y ya casi también las Diputaciones. Volvemos a ser esenciales para que todas las políticas para mejorar la vida de la gente estén alineadas.  Para que sigan centradas en prepararnos para los desafíos de este siglo sin distraerse en cuestiones que no nos llevan más que a la parálisis.

Esto es lo que ha dicho la ciudadanía en las últimas elecciones. Un mapa político tan plural como siempre, pero más claro que hace nada. Porque hay tres opciones:

Un PNV que acoge el voto huérfano del votante conservador
Una EH Bildu que acoge el voto de quienes defienden el independentismo sin tapujos
Y un Partido Socialista que es el referente de la izquierda vasca de gobierno, una alternativa de progreso fiable, con vocación de gobernar y capacidad de acordar.

Ese espacio abierto a la gente progresista de Euskadi es el que nos propusimos consolidar en el último Congreso. Y lo hemos hecho a fuerza de dar plena utilidad a cada voto que recibimos.
 
Mientras el PNV tiene que superar la tentación de reeditar los pactos soberanistas entre  nacionalistas para no ahuyentar a quienes se le acercan desde el PP.
mientras EH Bildu disfraza su apuesta soberanista con tintes sociales para atraerse al electorado de Podemos, y no quiere q se hable del pasado reciente.
los socialistas tenemos definido el rumbo para abrirnos a quienes quieren que nuestros gobiernos orienten sus decisiones a toda la ciudadanía sin exclusiones.

Ése ha sido el factor determinante hasta ahora. Nos proponemos que esa vía de diálogo que hemos abierto nos permita liderar el próximo Gobierno de Euskadi. La manera de hacerlo es previsible por nuestra parte, porque no disimulamos nuestra aspiración, vamos a seguir practicando el diálogo con todos, sin excepciones, para sacar adelante las muchas materias que tenemos pendientes de rematar.
Lo haremos con las leyes que ya tenemos remitidas al parlamento que afectan muy directamente a la regeneración democrática. Me refiero a normas como la Ley de Transparencia o la del Sector Público que, como dijo hace poco en tribuna mi compañero Eneko Andueza, la oposición ha estado dejando macerar no por cuestión de fondo, sino por estrategia partidista.

Lo haremos con leyes de hondo calado social, como la recién desbloqueada de la RGI que permite que todos hagan sus aportaciones. Todos es todos. Lo saben quienes se han opuesto a su toma en consideración. Empieza el trámite y ya sobran los eslóganes. Hay que trabajarla y queremos que sea con el máximo consenso, no por simples mayorías.

Lo haremos con las leyes referidas al medio ambiente: las leyes de Administración Ambiental, de Conservación del Patrimonio Natural de Euskadi y del Cambio Climático, que están llamadas a suponer una revolución normativa, acorde con el inmenso reto que tenemos por delante, que es el de la supervivencia del planeta. Los riesgos de un medio ambiente en crisis son un factor más de desigualdad, que perjudica de forma especial a los más desfavorecidos, y los vamos a combatir con todas nuestras energías.  

Y lo haremos con los Presupuestos. Abiertos a todos. Y yo no voy a presumir ninguna intención por parte de nadie.No voy a prejuzgar, y lo que pido es que tampoco nadie prejuzgue nuestra posición. Los socialistas tenemos claro, hoy como hace tres años, que este Gobierno está en minoría. No hace falta que nos lo recuerden. Pero tenemos igualmente claro, porque supimos demostrarlo en su momento, que desde la oposición se puede influir en el destino de los recursos públicos, en convertir en realidad lo que pedimos cada jueves que haga el Gobierno.
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Ésta es la responsabilidad que tenemos todos. Los socialistas asumimos nuestra cuota, los demás que asuman la suya.

Porque la experiencia de este curso, la experiencia de las presuntas coincidencias entre la oposición para bloquear pero que no permiten articular desde allí ninguna alternativa, ya ha tenido un par de respuestas en las urnas.

Así que esperamos que la oposición tenga la lección aprendida de que esa estrategia no les ha salido a cuenta y se abran a una negociación sincera en la que puedan tener cabida aportaciones de todos, sin romper en ningún caso la columna vertebral sobre la que se asienta el programa de Gobierno.

Porque cada cual es muy libre de acordar con quien quiera, también para paralizar la acción de Gobierno, aunque no lo hayan conseguido. Pero luego hay que rendir cuentas ante la ciudadanía y explicarle para qué se ha utilizado su voto.

Los socialistas tenemos muy claro cómo hemos hecho valer cada apoyo. Hemos orientado nuestra acción política a lo que ya nos preocupaba hace 10 años, cuando nos tocó dar respuestas desde el Gobierno socialista de Patxi López, y a lo recogido en nuestro programa, en definitiva,
a blindar los servicios públicos y los derechos sociales,
a crear empleo y luchar  contra la precariedad,
a prepararnos para los desafíos de este siglo con las luces largas
y a exigir que se respete la pluralidad, lejos de la influencia de la crisis catalana.

Es el camino que los socialistas nos atrevimos a explorar y que hace que hayamos recuperado la confianza de muchos vascos. Por eso, seguiremos buscando los acuerdos hasta agotar la legislatura, al tiempo que preparamos ya nuestra alternativa para cuando llegue el momento de acudir a las urnas.

Berriz ere martxan gaude. Aurtengo bost hauteskundeetan jaso dugun babesa aurrera jarraitzeko bultzada izugarria da.
Eta jakin badakigu, babes hori azken urteetan egin dugun lanaren ondorioa dela. Gobernu eta erakunde guztietan.
Eta konfiantza honekin, indar berri honekin, hauteskunde autonomikoetarako proposamena lantzen eta eztabaidatzen hasi gara.
Askotan esan dugu: Sozialistak akordioak bilatu nahi ditugula.
Herri hau denon artean eraiki behar dugula.
Orain dela hiru urte aukeratu genuen leloa (“Juntos-Batera”) inoiz baino beharrezkoa da. Baina, bien bitartean, gure alternatiba lantzen jarraituko dugu.
Euskadi eraldatzea nahi dugu eta helburu horrek (orain dela hamar urte Gobernu Sozialista bat osatzera eraman gintuen bera) mugituko gaitu gaur ere.
Eta orain, zuen esanetara geratzen naiz.


Bilbao, 1 de julio de 2019