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  •   8º Congreso del PSE-EE

Intervención de Idoia Mendia en la clausura del 8º Congreso del PSE-EE

Intervención de Idoia Mendia en la clausura del VIII Congreso del PSE-EE

Bilbao, 1 de octubre 2017

Muchas gracias, compañeros y compañeras. Mila esker Euskal Sozialistak! Mila esker zuen konfidantzagatik!

Cerramos ya este VIII Congreso de los Socialistas Vascos. Y quiero agradeceros de corazón a todos y todas los que lo habéis hecho posible.

Gracias a los delegados y delegadas. Gracias a los que habéis participado en las ponencias. A los que habéis debatido y hecho propuestas. Gracias a los compañeros de la organización. A los que estáis entre bambalinas. Nada de esto sería posible sin vosotros. A las Ejecutivas. A la entrante y a la saliente. Por dar un paso al frente y acompañarme en este viaje, que es el de cada vez más gente. Gracias a los que nos habéis visitado desde fuera. La gran familia del PSE se nutre del cariño y el calor de los Socialistas de toda España. Eskerrik asko, benetan!

Ha sido un gran Congreso. Hemos acordado dos buenas ponencias. Hemos marcado un rumbo claro y ambicioso para los próximos años. Hemos definido un proyecto de futuro. Un proyecto de izquierda clara para la Euskadi de la próxima década.

Un proyecto también para España y para Europa. Porque no somos una isla y los problemas que afectan al mundo, son los retos que tenemos también aquí.

Hay un camino por la izquierda. Y es el mejor camino. Porque ha sido desde la izquierda, desde nuestra pelea, desde nuestra influencia, cuando se han conquistado los grandes logros de la cohesión social en Euskadi.

Y ha sido posible hacerlo ofreciendo garantías. La garantía de izquierda. Y ahora toca liderar ese camino en el futuro. Ahora toca seguir siendo la garantía.

Porque el Socialismo Vasco no quiere ser el partido de la queja, el de los agravios, el de la protesta. El Socialismo Vasco quiere ser el partido de las respuestas.

Y a cada reto, a cada desafío, a cada peligro para nuestros derechos, tenemos que ofrecer soluciones desde aquí.

Y ése es el marco que nos hemos querido dar. Para que ahora desde cada agrupación nos pongamos a ofrecer a nuestros vecinos y vecinas una salida a sus problemas. Porque es ahí donde nos esperan.

Nos esperan en cada barrio, en cada pueblo, para que les digamos cómo vamos a dar oportunidades a sus jóvenes, cómo vamos a atender a los mayores.

¡Y mando desde aquí un saludo solidario a los compañeros de UGT y CCOO que en estos momentos están caminando desde Portugalete a Bilbao por unas pensiones dignas.

Zuekin gaude!

Y nos esperan más. Nos esperan miles de parados que están atascados en las ayudas.

Nos esperan trabajadores y trabajadoras que sienten que se quedan atrás ante la revolución tecnológica. Los trabajadores low cost, los que bajo la excusa de la economía colaborativa están sin protección, las kellys, los asalariados de saldo…

Quienes se incorporan a nuevos empleos que están desprovistos de seguridad laboral. Nos esperan para que además de hablar de industria 4.0, les hablemos de sus derechos.

Nos esperan las mujeres. Las que todavía no se explican por qué ganan menos que los hombres haciendo el mismo trabajo. Las que quieren dejar de sentir miedo, las que quieren poder ser libres.

Precisamente, un 1 de octubre como éste, en 1931, mujeres como Clara Campoamor hicieron que España avanzara en la igualdad política, aprobando el derecho al voto femenino.

Hoy, 86 años después, la igualdad social, económica y laboral siguen siendo tareas pendientes de una sociedad, que no puede llamarse justa si sigue marginando a la mitad de la ciudadanía.

¡Queremos una Euskadi de iguales! ¡Iguales derechos e iguales responsabilidades! ¡No pedimos más y no aceptamos menos!

Eta Europari buruz hitz egin dugu. Europazale amorratuak garelako.

Eta horregatik Batasun berri bat eraiki nahi dugu. Soziala, irekia, demokratikoa eta etikoa.

Ez baita gure Europa, harresiak jartzen dituen Europa.Ez baita gure Europa, ihesi datozen herritarrak kanpoan uzten dituena. Errefuxiatuak gure artean nahi ditugu. Euren zain gaude! Eta gaur gure konpromisoa berresten dugu, Europak ateak, behingoz, ireki ditzan.

Eta Europa berri honen barne, Espainia berri bat. Erreforma federala behar dugu, gure sistema indartzeko. Espainia XXI. mendera ekarri.

Eskubide berriak lortu. Eskumenak argitu. Eta desberdinen arteko elkarbizitza bermatu. Amaitu behar dugu erkidegoen arteko leia etengabea.

Eta abertzaleak behar ditugu proiektu horretan. Denok beharrezkoak gara, Espainian eta Euskadin aro berri bat ireki ahal izateko.

Los Socialistas reivindicamos hoy el sistema autonómico como uno de los mayores logros políticos de nuestra democracia.

Porque sin Constitución, ni Estatuto hoy no estaríamos donde estamos. Porque sin autogobierno no tendríamos nuestros niveles de desarrollo y bienestar. No hubiésemos resistido a la crisis como lo hemos hecho.

Pero el autogobierno no es una bandera, ni un pin en la solapa.

El autogobierno es Osakidetza, es la Escuela Pública, es Lanbide. El autogobierno es la inversión en innovación y en investigación en nuestras empresas.

Es el derecho a la vivienda de nuestros ciudadanos. Y la garantía a tener una renta cuando se ha perdido lo demás.

El autogobierno es todo eso y es mucho más.

Es, sobre todo, la garantía de contar con un espacio para seguir conviviendo entre diferentes.

El espacio en el que cada uno puede desarrollarse, sin que nadie le imponga ideología, identidad, religión u orientación sexual. Porque hay cuestiones en las que el Gobierno no puede intervenir.

Es el autogobierno la garantía de esa pluralidad y diversidad. Y así debe seguir siéndolo.

Pero para ello hay que mejorarlo. Hay que conseguir que dejen de enfrentarse legalidades, que sólo consiguen enfrentar sentimientos.

Los Socialistas estuvimos en la transversalidad del 36 y del 79. Y estaremos en los acuerdos que vengan en el futuro, siempre que, como los anteriores, tengan vocación social y capacidad de sumar a diferentes.

Queremos reforzar nuestro espacio de convivencia. Entre vascos y con el resto de España. Respetando singularidades. Garantizando la igualdad. Es posible. Pero sobre todo es imprescindible.

Y los Socialistas estamos dispuestos a liderar ese nuevo acuerdo.

Estamos dispuestos a hacerlo en el conjunto de España y en Euskadi. Y para ello es necesario acordar con el diferente. Pactar con el adversario.

No se trata de humillar, ni de poner de rodillas a tu interlocutor. Se trata de entender al otro y encajar las piezas. Y nosotros estamos dispuestos a facilitar esa tarea.

La tarea que no han sabido afrontar en Cataluña. Ni Rajoy, ni la Generalitat.

Lo que estamos viendo hoy en Cataluña es el fracaso de la política. Es el fracaso de entender las instituciones como una trinchera. Es el abandono de la ciudadanía, por la incapacidad de sus dirigentes para resolver sus problemas.

Malos tiempos en los que apelar al diálogo requiere coraje. Malos tiempos en los que la defensa de la moderación, de la sensatez, es la minoritaria.

Los Socialistas no vamos a abandonar a los vascos. Sean o no nacionalistas. No les vamos a dejar solos. ¡No lo vamos a consentir!

No lo consentimos en el pasado, cuando nos jugábamos la vida. Y cuando se la quitaban a compañeros por defender lo que digo yo ahora.

Los Socialistas no vamos a dejar que los derechos cívicos y los derechos sociales (los que conquistamos frente a Franco y frente a ETA), se pongan en riesgo ahora, sólo por satisfacer las aspiraciones nacionalistas.

Porque los Socialistas no entendemos una Euskadi de parte. Porque Euskadi la construimos entre distintos en el pasado. Y entre distintos deberá seguir siendo en el futuro.

Es juntos como mejor nos ha ido. Y es seguir juntos lo que garantiza la pluralidad y la convivencia entre diferentes. La mejor garantía que tenemos de poder progresar y de hacerlo cohesionados socialmente

Y en Euskadi lo vamos a conseguir.

En Euskadi los Socialistas vamos a impulsar un nuevo acuerdo sobre el autogobierno. Un proyecto compartido y solidario, que nos reconozca en nuestras diferencias y refuerce lo que nos une.

Un nuevo acuerdo, legal y mayoritario, que reedite ese triple pacto sobre el que se ha construido este país: el pacto entre vascos, el pacto entre territorios y el pacto de Euskadi con el resto de España.

¡No queremos aventuras! ¡No queremos tampoco exclusiones! ¡Queremos que todos los vascos renovemos el compromiso de seguir viviendo juntos! ¡Para juntos seguir desarrollando este país!

Akordioa berritu nahi dugu. Elkarbizitzarako paktua berriz sinatu. Proiektu partekatu eta solidario bat, non denok sartzen garen.

Inor bide bazterrean uzten ez duena. Gure desberdintasunak errespetatu. Eta batzen gaituena indartu.

Horixe da Euskadin dugun erronka. Herritarrak berriz elkartu. Nazionalista eta ez nazionaliten arteko akordioa berritu.

Herri hau denon artean eraiki baitugu. Eta denok batera lortuko dugu berriz indartsu izatea.

Este año hemos celebrado el 40 aniversario del primer Congreso de los Socialistas Vacos en Igeldo. Y el que viene se cumplirán 25 de nuestra convergencia con Euskadiko Ezkerra.

Fue aquel un gran hito en nuestra historia, porque supuso la unión de las izquierdas de Euskadi. Nos consolidó como la gran referencia de progreso de este país.

Sumamos algo más que siglas. Sumamos voluntades. Y así conseguimos fortalecer a la Euskadi social. La Euskadi para todas y todos.

Porque conseguimos la fuerza para rebelarnos. Para rebelarnos ante quienes nos conducían a la resignación económica, ante quienes nos querían conducir a la confrontación social. Para levantarnos contra a los totalitarios.

¡Por eso hoy Euskadi es tierra de libertad! ¡Por eso es tierra de pluralidad! ¡Por eso nos sentimos orgullosos! ¡Es nuestra mejor obra. La mejor marca socialista!

Y a partir de hoy nos toca continuar esta tarea. La de sumar. Sumar y pactar sin complejos. Hacer país y poder seguir diciendo que somos la izquierda.

Dejar la huella en cada política que conquiste un derecho, es más útil que soltar una frase para un titular.

Poder sentirse orgulloso de la construcción social, es más necesario que enterrar a medio país en la construcción nacional.

En ningún lugar del mundo se reconoce a la izquierda por hacer patrias. A la izquierda se le reconoce por conseguir que todos los ciudadanos sean un poco más iguales.

No queremos quedarnos en un rincón, protegiendo una pureza que no sirve para defender derechos. Ni vestirnos con ropajes de izquierdas, que sólo esconden dentro una gran bandera. Queremos ser la izquierda clara, útil y sin complejo que necesita este país.

Por eso, hago un llamamiento a otros partidos de izquierdas, a sindicatos y a movimientos sociales. A ONGs y ciudadanos independientes. A gentes de la cultura y de la universidad. A todo el que comparta este afán de avanzar en la Euskadi social. A unir esfuerzos en un proyecto que sea de todos.

Ésa es la tarea que habéis encomendado a esta nueva Comisión Ejecutiva. La que habéis decidido al respaldar la Ponencia Política.

Y para hacer posible vuestro mandato, he conformado un equipo que tenga esa idea clara. Un equipo renovado que no pierda una sola de las energías de quienes tienen ganas de seguir aportando a este Partido.

Socialistas que quieren reenganchar con esos colectivos. Que quieren tener las puertas abiertas a quienes quieran contribuir en ese camino. Un equipo de personas comprometidas en pensar en el hoy y en el mañana. En los retos que tenemos y en la forma de darles respuestas.

Hay en Euskadi un espacio para la izquierda. Hay en Euskadi un espacio para desarrollar un discurso diferente. Un espacio de reformas y políticas sociales. Un espacio para la unidad de la izquierda, por encima del bloque soberanista que siguen alimentando algunos.

Un espacio que hable de los derechos ciudadanos y no de nuevas fronteras. Que apele a la ciudadanía, en vez de a las banderas. Que pelee por conquistas sociales, y no territoriales.

Los Socialistas hemos defendido siempre la igualdad social y política de todos los vascos y vascas. El derecho ciudadano a ser diferente. Y el deber del Gobierno a garantizar esa libertad.

No hay mayor valor para la izquierda que la defensa de la igualdad. No debería haber otra Euskadi posible, que la que garantice los mismos derechos a todos y todas.

Lo mejor de este país se ha construido siempre desde la izquierda. Su sanidad y educación públicas. Sus políticas industriales y de empleo. El modelo de protección social, al que miran ahora desde toda España. ¡La construcción de una Euskadi más verde! ¡El cierre Garoña y la prohibición del fracking en nuestras tierras!

Todo lo que nos ha hecho avanzar socialmente, ha sido conquistado desde la izquierda. Todo lo que nos ha hecho libres, lo hemos tenido que pelear desde la izquierda. Y mantenerlo en el futuro, exigirá también el impulso de la izquierda.

Frente a las dentelladas de la derecha y su modelo profundamente desigual. Frente a un nacionalismo, que cuando puede, sólo suma en soberanismo. Frente a ellos y por la ciudadanía, corresponde a los progresistas de este país unir nuestras manos en pos de un objetivo compartido.

Corresponde a la izquierda plantear una alternativa a un modelo de sociedad que, sin nosotros, estaría más quebrada, tendría menos derechos, sería menos justa.

El PSE asume hoy este reto. Ser la casa común en la que todos los progresistas nos encontremos. Cuantas más fuerzas sumemos, mejor será el futuro de Euskadi. Cuanto más grande sea esta casa común de la izquierda, mayores garantías tendrá este futuro.

Ezkertiar ororen etxea. Horixe izan nahi dugu. Euskal progresista guztiak batu, eta denon artean alternatiba bat eraiki. Soziala. Solidarioa. Bidezkoa. Berdea. Feminista.

Euskal gizartea lortu duen onena, ezkerraren bidetik etorri da. Eta etokizunean aurrera egin nahi badugu, ezkerraren bidetik izaten jarraitu beharko du.

Horregatik, behar dugu gure eskuak elkartu. Proiektu honekin bat datozen guztiak batu, eta denok batera euskal gizarte berri bat eraiki.

Alderdi Sozialistak bere gain hartzen du erantzukizuna. Alderdi Sozialistak erronka honen buruan jartzen da.

Beti izan gara euskal progresiten elkargunea. Eta berriz ere izan nahi dugu, Euskadi soziala eraikitzeko abiapuntua.

Este Congreso es el de la consolidación de un nuevo tiempo en Euskadi.

Porque el Socialismo Vasco está consolidando el cambio de ciclo iniciado en 2009, cuando nos pusimos al frente de este país, demostrando que había otra forma de hacer política. Otra forma de dirigir sus instituciones.

El ciclo que iniciamos con el primer Gobierno Socialista de Euskadi. Y el que seguimos construyendo después, desde la oposición primero, y ahora de nuevo en las instituciones.

Nada ha sido igual después de aquello.

Recordad cómo estábamos antes de 2009. El intento de arrinconamiento de una parte central de la sociedad vasca, por no comulgar con el nacionalismo. Por ser extraños a los ojos de quienes sólo concebían una idea de ser vasco.

Y a pesar de las amenazas, a pesar de los asesinatos, los Socialistas nunca abandonamos nuestra responsabilidad. Nunca bajamos la mirada. No aceptamos la renuncia a la que nos querían llevar.

A pesar de todo, nunca dejamos de trabajar por aquello en lo que creíamos. ¡Porque somos Socialistas y nuestro compromiso con la gente está por encima de todo lo demás!

Y nos implicamos en el desarrollo del país. En defender los servicios públicos. En impulsar leyes que fueran útiles para todos los vascos, vinieran de donde vinieran y pensaran como pensaran.

Nos implicamos y fuimos imprescindibles para hacer la Ley que garantiza a todo ciudadano tener derecho a unos ingresos mínimos.

La que garantiza la igualdad entre hombres y mujeres. La que reforzaba la Escuela Pública Vasca. La que por primera vez reconocía a las víctimas del terrorismo

Y en 2009 dimos un paso más que cambió la historia de Euskadi.

Nos acompañaron decenas de miles de vascos y vascas que pedían un Gobierno centrado en los problemas de todos y no en las obsesiones de unos pocos.

Nos pusimos al frente de ese proyecto. Y ese Gobierno fue de todos y todas.

Y defendimos la convivencia en Euskadi. Y plantamos cara a los terroristas. Y abrimos a la democracia las calles y plazas de nuestros pueblos. E hicimos frente a la crisis. Y modernizamos el país: su Administración, su Sanidad, su Educación, su economía…

Aquello que empezamos entonces, lo estamos consolidando ahora.

Y no queremos que haya marcha atrás. Nos negamos a que desde nuestras instituciones se descuiden las necesidades de la ciudadanía por los intereses de una parte.

Ha costado mucho llegar hasta aquí. Y no vamos a permitir que nadie tire por la borda lo conseguido

Cuando hace un año firmamos el acuerdo de gobernabilidad, dijimos que era una cuestión estratégica, que miraba al futuro de está sociedad.

Abrimos el ciclo de los valientes, de los que no se acomplejan. De los que tiran para adelante con todo.

Sabíamos que tenía riesgos. Pero este Partido lo entendió. Vosotros y vosotras supisteis como nadie de qué se trataba.

Sabíais que no se trataba de repartirse áreas de gestión, sino de salvar al país. De no permitir que cayera en la resignación. Sabíais que se trataba de impulsar el empleo, de luchar contra la precariedad, de garantizar la igualdad de la mujer y un techo bajo el que vivir a todas las personas. Que se trataba de defender a los trabajadores, de ayudar a nuestras empresas.

Se trataba de todo eso, sí. Pero se trataba, sobre todo, de construir un país donde cupiéramos todos. De que nadie se sintiera excluido en su propia casa.

Se trataba de impedir que se repita la historia reciente de Euskadi: volver al enfrentamiento entre vascos. Cortar con una daga el lazo que nos mantenía unidos. Que desde un Gobierno se pudiera sobreponer la patria a los ciudadanos.

Porque la política del desafío puede llenar manifestaciones, pero no atiende a la gente en el ambulatorio. No consigue maestros en las escuelas, ni protege al que peor lo pasa.

Los Socialistas nunca apelaremos al país, por no poder solucionar los problemas de la gente. Los Socialistas no nos envolveremos en una bandera, para esconder nuestras vergüenzas. Ni nos inventaremos urnas, que liquiden el derecho más elemental: el de ser ciudadano en tu propia tierra.

Hace un año este Partido hizo una apuesta por este país. Y con ella salió ganando toda Euskadi.

La nueva Comisión Ejecutiva no va a dilapidar esa confianza. Lo que nos corresponde es extenderla.

Es la confianza que queremos extender al resto de la ciudadanía. Es la que queremos reconquistar en tantos progresistas de Euskadi que nos esperan.

Que esperan a la izquierda útil. A la que siempre ha respondido. La que hace de la protesta, respuesta transformadora. La que cree que la división entre los progresistas sólo da alas a la derecha.

Decía Mario Onaindia, pocos meses antes de dejarnos, que el Socialismo Vasco es la esperanza de esos miles de vascos que, a pesar de todo, siguen confiando que Euskadi es un pueblo normal. Que pertenece a España y a Europa. Y que junto con otros pueblos debe crear un mundo en paz y en libertad.

Yo me aferro a esa idea. Yo me aferro a esa convicción.

La convicción de que allí afuera hay miles de personas esperando. La convicción de que sin nosotros, sus demandas caerían en el olvido. No podemos defraudarles. No podemos renunciar a nuestra responsabilidad.

¡Somos Socialistas Vascos! ¡Los arquitectos de la Euskadi moderna! ¡Los defensores de su libertad!

¡Hoy renovamos nuestro proyecto! ¡Hoy refrendamos nuestro compromiso con la ciudadanía de Euskadi! ¡Hoy nos presentamos ante la sociedad vasca como un nuevo Partido Socialista de Euskadi!

¡El que ha sido la garantía de progreso en el pasado! ¡El que lo es en el presente! ¡La garantía de izquierda de futuro!

¡El Socialismo Vasco de siempre! ¡De nuevo en pie! ¡De nuevo en marcha, compañeros! Aurrera Euskal Sozialistak!