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El PSE-EE quiere recordar a todas las víctimas de ETA, sin exclusión, y exige su final sin contrapartidas

Los Socialistas Vascos consideran positiva la decisión de la banda de reconocer el daño causado pero exigen a la izquierda abertzale que admita que jamás hubo justificación para el terrorismo

Foto 1
José Antonio Pastor interviene en rueda de prensa en el Parlamento Vasco Foto archivo: Socialistas Vascos

Tras conocer el último comunicado de ETA, los Socialistas Vascos queremos recordar a todas sus víctimas, sin exclusión. Queremos manifestar nuestro respeto a los asesinados, los perseguidos, los extorsionados, los amenazados durante décadas. Queremos reconocer su dignidad y la de todas aquellas personas que, a pesar del terror, resistieron en las instituciones y construyeron la Euskadi que hoy conocemos, la Euskadi plural que los terroristas no querían que existiera.

ETA ha dado el paso de reconocer el daño causado, algo que no había hecho antes. Los Socialistas Vascos consideramos que es un hecho positivo, pero no podemos aceptar que se pretenda justificar tanto dolor apoyándose en la pretendida existencia de un conflicto o con referencias inaceptables, como la que dedica al bombardeo de Gernika.

Ni contexto ni justificación. Hoy es día para recordar que ETA adoptó hace medio siglo la decisión de matar y se vio forzada a dejar de hacerlo cuando constató que su actividad había sido tan dolorosa como inútil. Todos y cada uno de sus asesinatos, de sus secuestros, sus chantajes y sus amenazas fueron injustos, sin excepción. No obstante, el PSE-EE prefiere quedarse con la parte positiva del último comunicado, con ese reconocimiento del daño causado, que entendemos que debe ser el preámbulo de la decisión de desaparecer definitivamente.

Queremos recordar que ETA ya reconoció su derrota en 2011. Fue derrotada por la respuesta social, las Fuerzas de Seguridad, la colaboración internacional, la Justicia y la política. Fue derrotada con un Gobierno socialista en España y un Gobierno socialista en Euskadi. Fue entonces cuando la paz se instaló en este país, el 20 de octubre de 2011, el día en el que todos los vascos y vascas pudimos salir a la calle sin miedo a que nos mataran por pensar como quisiéramos.

La desaparición definitiva de ETA, aunque se produzca en un breve plazo, llegará tarde. Exigimos que no tenga ninguna contrapartida. Ahora nos queda construir una convivencia real, que respete la verdad del dolor causado como mejor garantía de que nadie repita esta historia. Por ello, hacemos un llamamiento a la izquierda abertzale para que asuma que el pasado de ETA fue un error y que jamás hubo una justificación para el terrorismo.